Pero aquí les dejaré una opinión desde mi punto de vista profesional.
No hay vinos mejores ni peores, la diferencia está en la calidad que busquemos y el valor del mismo, sin olvidarnos para qué lo queremos; si es para aperitivo, acompañarlo con una comida ligera, un plato suculento, postres, o simplemente disfrutarlo; y será caro o no, dependiendo a lo que estemos dispuestos a pagar por ellos, sin olvidar las gratas sensaciones que nos deje al beberlo.

Por eso creo que cualquier consumidor, aficionado o nó, debería atreverse a probar diferentes vinos, de diferentes tipos y diferentes zonas productoras, para poder ampliar su registro de calidades y finalmente decidir por el mismo, cual es el mejor vino.
Otra observación que quiero expresar, es que siempre hay que dar segundas y hasta terceras oportunidades a los vinos, y con esto me estoy refiriendo a las añadas, ya que la calidad de los mismos, dependerá del clima, suelo y el trabajo del enólogo/a y todo su equipo en cada parcela de viñedo.
Por eso amigos, les sugiero que continúen en la búsqueda del mejor vino!!!
Andrea Alonso Castaño 2010